"No me digas que quieres defender, ¡demuéstralo!" ¿Te suena?
Creo firmemente que la mejora defensiva llega a partir del trabajo en los "fundamentos defensivos". La técnica correcta, la práctica de las diferentes situaciones, la lectura del ataque…
Muy a menudo nosotros, entrenadores, nos olvidamos de esto y utilizamos la ausencia de deseo de los jugadores para justificar malos rendimientos defensivos (y a veces es verdad, pero no tanto como se escucha o lee) No es un 90% de voluntad y un 10% de talento, eso es poético, pero no es cierto. Si queremos hablar de porcentajes, vamos al 100% de trabajo y el 100% de voluntad, si lo que queremos es defender a tu mejor nivel.
Esta semana he visto buenos ejemplos de "esfuerzos" defensivos, entendidos como deseo + entrenamiento. Aquí os traigo tres de ellos: dos jugadores grandes, Ratko Varda del Mega Vizura, y Serhiy Lishchuk del Valencia Basket, y un pequeño, Sergi Llull del Real Madrid.
Varda detiene una penetración y después, con buen trabajo de pies y siendo muy consciente de su posición en la cancha, se desliza y vuelve a tomar la posición defensiva justo fuera del semicírculo para forzar una falta de ataque.
Lishchuk salta a detener el balón en defensa del bloqueo, y hace un sprint para recuperar a su hombre (taponando además, gracias a una buena coordinación en su desplazamiento)
Llull ve cómo su compañero ha perdido a su atacante al intentar el robo, y decide rotar parando la penetración primero y el uno contra uno después. Desliza, sprint, equilibrio.
Aquí están las imágenes:
Creo firmemente que la mejora defensiva llega a partir del trabajo en los "fundamentos defensivos". La técnica correcta, la práctica de las diferentes situaciones, la lectura del ataque…
Muy a menudo nosotros, entrenadores, nos olvidamos de esto y utilizamos la ausencia de deseo de los jugadores para justificar malos rendimientos defensivos (y a veces es verdad, pero no tanto como se escucha o lee) No es un 90% de voluntad y un 10% de talento, eso es poético, pero no es cierto. Si queremos hablar de porcentajes, vamos al 100% de trabajo y el 100% de voluntad, si lo que queremos es defender a tu mejor nivel.
Esta semana he visto buenos ejemplos de "esfuerzos" defensivos, entendidos como deseo + entrenamiento. Aquí os traigo tres de ellos: dos jugadores grandes, Ratko Varda del Mega Vizura, y Serhiy Lishchuk del Valencia Basket, y un pequeño, Sergi Llull del Real Madrid.
Varda detiene una penetración y después, con buen trabajo de pies y siendo muy consciente de su posición en la cancha, se desliza y vuelve a tomar la posición defensiva justo fuera del semicírculo para forzar una falta de ataque.
Lishchuk salta a detener el balón en defensa del bloqueo, y hace un sprint para recuperar a su hombre (taponando además, gracias a una buena coordinación en su desplazamiento)
Llull ve cómo su compañero ha perdido a su atacante al intentar el robo, y decide rotar parando la penetración primero y el uno contra uno después. Desliza, sprint, equilibrio.
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