Como os decía la semana pasada, y dejando, de momento, a un lado la actualidad de la ACB (la que lió anoche Unicaja...) volvemos a la Final 4 para ver un par de detalles que también me gustaron.
Muchas veces los entrenadores no hacemos ver a los jugadores lo que queremos de ellos. A veces el jugador no recibe información suficiente y útil acerca de su actuación en la cancha. La retroalimentación, el feedback, que recibe el jugador debe ser claro y no dejar espacio para las dudas. Creo firmemente que cuando un jugador hace algo bien, hay que reforzar ese comportamiento, al igual que cuando hace algo mal intentamos que no se repita. Habitualmente se "castiga" mucho más la acción negativa, de lo que se "premia" la acción positiva.
Especialmente en la educación de jóvenes (pero es válido a todos los niveles) existe una teoría, llamada de la "profecía autocumplida" que siempre me ha parecido muy interesante. A grandes rasgos, y llevado a nuestro deporte, podría explicar que la reiteración de los feedback acerca de los errores (o aciertos) cometidos, va a llevar a más errores (o aciertos) de los que existían inicialmente. Digamos que el jugador llega a creer que lo hará mal (o bien), y efectivamente, acabará haciendolo mal (o bien).
En el vídeo vemos varias acciones de Victor Kriapa, que no tuvo este año su mejor temporada precisamente, y las reacciones de Messina. Me parece especialmente interesante el reconocimiento de la excelente ayuda que vemos en la primera acción. Messina se levanta, se dirige a Kriapa y, aplaudiéndole, le dice "Victor, fantastic". Acto seguido se suceden dos nuevas acciones muy buenas del jugador (y tengo que decir que en todos los partidos que he visto al CSKA este año nunca le vi tres acciones buenas seguidas, como aquí). Posteriormente, vemos cómo comete el mismo error dos veces seguidas (en defensa) y de igual manera que antes cuando hizo una acción positiva, Messina le indica con total claridad lo que hizo mal.
Al final se trata de encontrar un equilibrio en la información que le damos al jugador. Corrige cuando se equivoque, pero aplaude cuando acierte.
Lo vemos.
Muchas veces los entrenadores no hacemos ver a los jugadores lo que queremos de ellos. A veces el jugador no recibe información suficiente y útil acerca de su actuación en la cancha. La retroalimentación, el feedback, que recibe el jugador debe ser claro y no dejar espacio para las dudas. Creo firmemente que cuando un jugador hace algo bien, hay que reforzar ese comportamiento, al igual que cuando hace algo mal intentamos que no se repita. Habitualmente se "castiga" mucho más la acción negativa, de lo que se "premia" la acción positiva.
Especialmente en la educación de jóvenes (pero es válido a todos los niveles) existe una teoría, llamada de la "profecía autocumplida" que siempre me ha parecido muy interesante. A grandes rasgos, y llevado a nuestro deporte, podría explicar que la reiteración de los feedback acerca de los errores (o aciertos) cometidos, va a llevar a más errores (o aciertos) de los que existían inicialmente. Digamos que el jugador llega a creer que lo hará mal (o bien), y efectivamente, acabará haciendolo mal (o bien).
En el vídeo vemos varias acciones de Victor Kriapa, que no tuvo este año su mejor temporada precisamente, y las reacciones de Messina. Me parece especialmente interesante el reconocimiento de la excelente ayuda que vemos en la primera acción. Messina se levanta, se dirige a Kriapa y, aplaudiéndole, le dice "Victor, fantastic". Acto seguido se suceden dos nuevas acciones muy buenas del jugador (y tengo que decir que en todos los partidos que he visto al CSKA este año nunca le vi tres acciones buenas seguidas, como aquí). Posteriormente, vemos cómo comete el mismo error dos veces seguidas (en defensa) y de igual manera que antes cuando hizo una acción positiva, Messina le indica con total claridad lo que hizo mal.
Al final se trata de encontrar un equilibrio en la información que le damos al jugador. Corrige cuando se equivoque, pero aplaude cuando acierte.
Lo vemos.
1 comentario:
Buf...más que indicarle con claridad...le echa una bronca del 15!
Gran detalle y gran elaboración del vídeo.
Un saludo.
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